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ENTRE LINEAS

Interactividad

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Una de las fantasías que recuerdo desde que tenía uso de razón -si es que las fantasías entran en la conciencia- era el poder colarme por la pantalla del televisor cuando me apeteciese. Lo imagino desde que mi madre me sorprendió intentando traspasar la ventana del “Edison”, así se llamaba el aparato, a la manera que lo hacían los personajes de la serie “El Tunel del Tiempo” . El episodio de mi “viaje” a través del tiempo, se saldó con la rotura de la pantalla del televisor (afortunadamente mi cabeza era más dura), un chichón de proporciones considerables y un sermón de mi madre acerca de que “no tenía edad para creerme todo lo que veía en la televisión”, comentario este último que no hizo delante de mi padre, gran aficionado a los ‘telediarios’ de la época. No obstante la bronca, continué creyendo que era posible llegar a traspasar el tubo del televisor. Esta vez debía ser más meticuloso en mi acción y para ello decidí que antes era necesario un concienzudo entreno. Así que llenaba la bañera de mi casa hasta los topes y me sumergía en el agua emulando al “Seaview” . Por aquella época y aunque era un avezado estudiante aún no había asimilado el principio de Arquímedes cuestión ésta que, a mi paciente madre, no le hizo ninguna gracia cuando inundé el baño en una de mis “inmersiones bañeriles” tan agitadas como lo eran las del Almirante Nelson o el capitán Lee Crane. Debo reconocer que aquél nuevo y fallido intento por cruzar al mundo de la ilusión, tuvo un pequeño cambio cuando descubrí la nave “Enterprise” y su transmutador de partículas que permitían a los personajes viajar a través del espacio y el tiempo disolviéndose como si fueran azucarillos.

 

 

 

 

 

La revelación que tuve en ese momento fue percatarme que los viajes eran posibles a la inversa, es decir, sólo los personajes que aparecían en la pantalla del televisor podían aparecer en el comedor de tu casa, en la cocina e, incluso, en tu habitación. Suerte que descubrí aquello justo unos minutos antes que intentase “transmutarme” derramándome por encima varios litros de ácido sulfúrico que sabía era muy buen disolvente. Es broma, por supuesto. Y me puse en esa operación inversa, entrar dónde los demás estuvieran para interaccionarme con ell@s. Lo cierto es que, después de varios intentos aún no lo he conseguido. Lo sigo intentando y hoy, mejor dicho, esta madrugada, lo volveré a ensayar de nuevo durante unos minutos…o segundos.


3 comentarios

Alba y Alvaro -

¿Por donde andas? ¿Todo va bien?

Besos desde el agua.

Alba y Alvaro -

Querido amigo, nos han pillado, todos esos comentarios vacios que te hemos realizado, todas esas veces que te hemos pedido el voto descaradamente, todos esos e-mails que te hemos mandado con la única intención de caerte bien, incluso desde antes del concurso (ya sabiamos que te ibas a presentar), han sido descubiertos por la sagaz intuición del jurado de los 20 blog, ayudado, eso sí por algún tipo rastrero que no debe poder levantar la cabeza para no tener que mirarse en el espejo.

Lamentamos no disfrutar hoy de tu lectura, pero cuando el cabreo nos domina no tenemos muchas más ganas de nada.

Besos sin voto desde el agua.

TERESA -

Si lo consigues algun dia pasar por la pantalla de la tv,me lo cuentas vale,a mi de pequeña me gustaba aquella serie de Vacaciones en el Mar,te imaginas pasar y estar siempre viajando,sin preocuparte de nada mas...